Desdoblamiento.

Las luces que se filtran de la calle delinean los labios semiabiertos, la nariz arrogante, las mejillas que exponen el caos de sus pecas.
Agitado, impaciente, gira sobre sí mismo tantas veces que el cabello rojizo se amotina, quebranta la quietud de las almohadas.
Sumergido en los círculos del sueño, deambula por las pieles de un planeta aluvial, recién parido. Un mundo tan extraño, tan lejano, que no ha nacido el hombre todavía. Que los lagartos no imprimieron rastros sobre el légamo oscuro.
Todo es una imprudencia ingobernable en la que los terrones, jornada tras jornada, continúan moldeando las formas de la vida.
De a ratos se escabulle, entre las hendiduras, agua en ebullición, gases de azufre que preñan las entrañas de las nubes. Y el cielo adquiere visos de tormenta. De lluvia inexorable.
Lejos de la prisión de sus rutinas, el colorado observa con asombro ese horizonte apenas alumbrado.
Las pupilas recorren los taludes, las altas serranías a cuyos pies se inmola la obediencia del musgo. Donde los tallos de las enredaderas celebran la impiedad de su espesura. Donde se desenfrenan los latidos de todos los rizomas en que habita el helecho. Donde pujan su esencia las esporas hacia una epifanía de urgencias y marañas.
Su mirada persigue los regueros que caen al abismo esculpiendo hondonadas. Socavando. Tallando los contornos de las rocas.
Forjando con estricta resistencia cada derrocadero, cada hoya, cada sima en la hondura del estruendo.
Sentado sobre un tronco apenas sumergido advierte el transcurrir de este espejismo en los breves oleajes de la charca.
Resuena en su cerebro la voz de la maestra definiendo: -Grupo de artrópodos fósiles que vivieron durante el Paleozoico y se extinguieron antes de la llegada de los dinosaurios. Y el sonido uniforme de los tacos yendo y viniendo por el salón de clases. Y los ojos saltando las murallas del hombro. Descubriendo al instante a aquel que se ha olvidado la sílaba precisa en la que se acentúan las esdrújulas.
Desvanece el recuerdo de la escuela con el desplazamiento de una mano. No admite interrupciones. Pues si bien está solo en esa soledad de soledades, no siente miedo alguno.
Armado de una rama, despeja de escorpiones y de arácnidos la senda que le niega la evolución confusa del follaje.
Por porciones brevísimas de tiempo se cobija debajo de las hojas y disfruta el diluvio que se abate encima de los verdes corazones que guardan el secreto, la desnuda memoria de la savia.
Y después continúa merodeando, brincando por la costa, profanando a su paso el sedimento que cubre los peñascos mientras escucha, atento, el crujido de los caparazones bajo los pies descalzos.
El colorado rueda nuevamente.
Se estremece debajo de las sábanas.
Como único testigo de su viaje ha quedado una huella tatuada en las arcillas.
Su pisada aplastando cuerpos de trilobites extinguidos millones de años antes que comience la historia.
Y los restos de fango entre sus dedos cuando se desperece la mañana.

2 comentarios:

  1. Original, un tema tratado con altura y que deja lugar a la construcción de sentidos. Me encantó, madre Norma. Besos. Sú

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  2. En todo lo que voy leyendo, lo que más me atrapa es la riqueza de lenguaje desplegada y las figuras que Norma cosntruye con poquito.

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Acerca de la autora

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Biobibliografía

Parte de su obra ha obtenido numerosas distinciones entre las cuales se encuentran el Primer Premio y Mención de Honor Certamen Poético Provincial "Alfonsina Storni", Santa Fe, Argentina, (1988), Segundo Premio Certamen Poético Nacional "Plaza de los Poetas `José Pedroni´" Santa Fe, Argentina, (1989), Primer Premio Edición Certamen Poético Regional "Rosalina Fernández de Peiroten" Santa Fe, Argentina, (1990), Primer Premio Edición Certamen Poético Internacional "Villa de Martorell", Barcelona, España (1992), Primer Premio Internacional de Narrativa “Alicia Moreau de Justo” Buenos Aires, Argentina, (2010)
Condecorada por la Fundación Reconocimiento Alicia Moreau de Justo por su actitud de vida (1999), ha actuado como panelista, conferencista, periodista cultural y jurado en escenarios nacionales e internacionales y ejercido la Presidencia de la Asociación Santafesina de Escritores (1997-2001) y la Co-dirección de la revista Gaceta Literaria de Santa Fe (1997-2007)
En el año 2005 fue nombrada Ciudadana Santafesina Destacada por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe “por su talentoso y valioso aporte al arte literario y periodismo cultural y por sus notables antecedentes como escritora en el ámbito local, nacional e internacional”.
Fundadora y coordinadora del Movimiento Internacional de Escritoras “Los puños de la paloma”, desde 2007 ejerce la dirección de la revista de literatura Gaceta Virtual, Editorial Alebrijes y La Biblioteca, proyectos solidarios de difusión literaria que operan a través de Internet.

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